En este año que finaliza, la Papelera de Amaroz ha trasladado su producción a Legorreta, adaptando a sus necesidades las instalaciones de la fallida Paperalia. Esperamos y le deseamos una larga y fructífera vida que añadir a su centeneria trayectoria. En la imagen, el solar ocupado hasta la fecha, tras el derribo de parte de las instalaciones.Con este traslado acaban 200 años de presencia papelera en el término municipal de la villa de Tolosa. La hasta hace unos años conocida como "villa papelera", es más renombrada en la actualidad por su actividad gastronómica (mercado y ferias, alubias, chuleta, repostería, ...) . Podría autotitularse ahora como "villa pastelera", dicho sea de paso, con todos mis respetos a la exitosa y muy loable labor de los laureados confiteros locales. Hemos pasado de ser una ciudad industrial a una ciudad de servicios. ¿Mejor, peor? El tiempo lo dirá, pero sí que hay que reconocer que es un caso único y aislado en nuestro entorno guipuzcoano, donde otras poblaciones similares siguen manteniendo su pujanza industrial: Hernani, Bergara, Mondragón, Azpeitia, Beasain, ...
Los orígenes de la actividad papelera en la villa se remontan a los primeros años del siglo XIX, con la transformación de los viejos molinos harineros.
Durante la Edad Media existieron en Tolosa 3 molinos dentro del perímetro urbano: Bekoerrota, al N de la población, en la confluencia del Oria con la regata Errentegibel que ocupaba el espacio actual de la calle Rondilla, haciendo de nuestra amurallada villa una isla; Goikoerrota o Elizaldea, junto a Santa María, más o menos en el emplazamiento del actual molino; y un tercero entre ambos, Erdikoerrota, que más tarde se cedería en 1616 para acoger las instalaciones de la Real Fábrica de Armas, trasladada desde Eugui (Navarra), donde había funcionado hasta entonces, a Tolosa, y especializada en la fabricación de armaduras y armas blancas. Se dice que las lanzas de la rendición de Breda, plasmadas en la conocida obra de Velázquez, estaban fabricadas en Tolosa, aunque no en esta armería (la producción no comenzaría hasta 1630, 5 años después) sino en alguna de las pequeñas ferrerías y talleres artesanos que ya se dedicaban anteriormente a dicha actividad.Para sustituir a este molino, la villa adquiere el de Igarondo en 1623, junto a la desembocadura del río Elduain.
Los de Amaroz y Txarama, a orillas del Araxes,más los 5 que había sobre el curso del arroyo Albiztur, completaban el inventario de molinos tolosarras.
La enajenación de muchos de los bienes municipales para hacer frente a las deudas generadas por la ocupación napoleónica (a las que ya me referí en la entrada "Napoleón y Tolosa"), obligarán al consistorio a deshacerse de muchos de los molinos.
El aprovechamiento de estos molinos por manos privadas hará surgir las primeras industrias papeleras a principios del siglo XIX, como ya había ocurrido en otras zonas del estado.
El primero es el que Juan de Ibar (natural de Zuberoa) funda en Alegría en 1803. A los 2 años traslada su producción a Ibarra (Azaldegi) donde funcionará hasta su incendio por las tropas francesas en 1812.
La falta de suelo industrial en Tolosa, hace que la mayor parte de las industrias que sobrevivan se trasladen a otros municipios y la poca voluntad política por apoyar un sector que consideran sin razón que contiene un alto riesgo ecológico, además del clima social, etc..., hará que 200 años de "Know how" tolosarra sobre la fabricación de papel (en 1915 en Tolosa y su comarca había en funcionamiento 20 papeleras; 95 años después, quedan 4 de ellas más 1 fundada posteriormente), se desechen y se ignoren sin que nadie haya puesto remedio, reconvirtiéndonos en una alegre y bonita villa de servicios.
Los orígenes de la actividad papelera en la villa se remontan a los primeros años del siglo XIX, con la transformación de los viejos molinos harineros.
Durante la Edad Media existieron en Tolosa 3 molinos dentro del perímetro urbano: Bekoerrota, al N de la población, en la confluencia del Oria con la regata Errentegibel que ocupaba el espacio actual de la calle Rondilla, haciendo de nuestra amurallada villa una isla; Goikoerrota o Elizaldea, junto a Santa María, más o menos en el emplazamiento del actual molino; y un tercero entre ambos, Erdikoerrota, que más tarde se cedería en 1616 para acoger las instalaciones de la Real Fábrica de Armas, trasladada desde Eugui (Navarra), donde había funcionado hasta entonces, a Tolosa, y especializada en la fabricación de armaduras y armas blancas. Se dice que las lanzas de la rendición de Breda, plasmadas en la conocida obra de Velázquez, estaban fabricadas en Tolosa, aunque no en esta armería (la producción no comenzaría hasta 1630, 5 años después) sino en alguna de las pequeñas ferrerías y talleres artesanos que ya se dedicaban anteriormente a dicha actividad.Para sustituir a este molino, la villa adquiere el de Igarondo en 1623, junto a la desembocadura del río Elduain.
Los de Amaroz y Txarama, a orillas del Araxes,más los 5 que había sobre el curso del arroyo Albiztur, completaban el inventario de molinos tolosarras.
La enajenación de muchos de los bienes municipales para hacer frente a las deudas generadas por la ocupación napoleónica (a las que ya me referí en la entrada "Napoleón y Tolosa"), obligarán al consistorio a deshacerse de muchos de los molinos.
El aprovechamiento de estos molinos por manos privadas hará surgir las primeras industrias papeleras a principios del siglo XIX, como ya había ocurrido en otras zonas del estado.
El primero es el que Juan de Ibar (natural de Zuberoa) funda en Alegría en 1803. A los 2 años traslada su producción a Ibarra (Azaldegi) donde funcionará hasta su incendio por las tropas francesas en 1812.
En 1817 se instala aprovechando el molino de Igarondo una fábrica de papel a mano.
Pero será tras la finalización de la Primera Guerra Carlista, con el traslado de las aduanas a la costa, cuando al tiempo que en el resto del País Vasco, Tolosa inicie su procso de industrialización. Los sucsivos recortes en los Fueros tras las contiendas carlistas supondrán para muchos un importante retroceso en sus negocios, sobre todo para la aristocracia rural de las villas (mayorazgos), pero al mismo tiempo implicará que se abran oportunidades a capitales venidos del exterior o fruto de las nuevas actividades comerciales que se van generando. En 1842, la sociedad Brunet, Guardamino y Cía. inaugura en Tolosa la considerada primera fábrica de papel continuo de España, "La Esperanza", instalada junto al Camino Real, al N de la población (es falso que sea la primera, al menos tres funcionaban antes en Manzanares el Real, Burgos y Béjar.) La fotografía corresponde a la fecha de su inauguración.
Pero será tras la finalización de la Primera Guerra Carlista, con el traslado de las aduanas a la costa, cuando al tiempo que en el resto del País Vasco, Tolosa inicie su procso de industrialización. Los sucsivos recortes en los Fueros tras las contiendas carlistas supondrán para muchos un importante retroceso en sus negocios, sobre todo para la aristocracia rural de las villas (mayorazgos), pero al mismo tiempo implicará que se abran oportunidades a capitales venidos del exterior o fruto de las nuevas actividades comerciales que se van generando. En 1842, la sociedad Brunet, Guardamino y Cía. inaugura en Tolosa la considerada primera fábrica de papel continuo de España, "La Esperanza", instalada junto al Camino Real, al N de la población (es falso que sea la primera, al menos tres funcionaban antes en Manzanares el Real, Burgos y Béjar.) La fotografía corresponde a la fecha de su inauguración.
A ésta le seguirán en 1856, "La Confianza", promovida por José Antonio Irazusta, en las instalaciones del antiguo molino de Txarama. Con los años pasaría por las denominaciones "Echezarreta, Arizti y Cía" (la arrendaron por 10 años); "Papelera del Araxes", "Irazusta, Vignau y Cía.", nuevamente "Papelera del Araxes" y "Celulosas del Araxes" en su última etapa.
En 1858, y sobre el solar del antiguo molino y ferrería de Amaroz o Sasoeta, surgirá "La Primitiva", fundada por la compañía "Sesé, Echeverría y Bandrés", primera en el estado en producir papel de paja, a la que sucedería "Sesé y Cía" en 1883 y que es el germen de la que este año se traslada a Legorreta.
La siguiente máquina de papel continuo en Tolosa, será la de Nemesio Uranga, fruto de la transformación en 1862 de la fábrica de papel a mano que había fundado sobre el molino de Igarondo. Además se había hecho con la propiedad de "La Paperola", en la contigua Ibarra, donde se había establecido anteriormente Juan de Ibar.
Un año después, en 1863, "La Esperanza" y "La Confianza", además de "La Providencia" de la vecina Alegría, se fusionan en una sóla compañía "Arza, Eizmendi y Cía", que en 1887 se convertirá en "Arza y Cía", en 1892 "Arcaute, Arza y Cía" y en 1907 "Ruiz de Arcaute y Cía". Una imagen de "La Confianza" en los primeros años del siglo XX.
Hacia 1870, las empresas de Nemesio Uranga se declaran en quiebra, comprándolas Baldomero Ollo, pasando la de Igarondo a denominarse "La Tolosana". Ollo fundará también en 1872 "La Guadalupe", al N del curso del Oria, en la margen derecha, en la confluencia con el término municipal de Anoeta y "La Guipuzcoana" en 1882, en lugar que había ocupado otra gran industria tolosarra, la antigua fábrica de paños "Lesperut, Reverdy y Cía.", al S de la población en la zona de Yurreamendi, y que en unos años se convertirá en la mayor industria papelera de la villa.
Fuera del término municipal de Tolosa, en sus alrededores habían ido surgiendo nuevas industrias papeleras: la sociedad "Larion Echezarreta y Cía" en Irura (1850); "La Providencia"(1858) en Alegría de Oria, a la que ya nos hemos referido; en Elduayen, Pedro José Uranga y Marcelo Arrillaga fundan una fábrica de papel a mano en 1862, que en 1912 se convertirá en papelera continua; también un miembro de la familia Uranga se instalará en Berrobi en 1868 para fabricar papel a mano. En 1946 se convertirá en continua. Hoy en día pertenece al grupo Sarrió; en Billabona, surge en 1870 "La Salvadora".
Continuando el curso del Oria aguas arriba, sobre una antigua fundición de cobre en Olarrain, Francisco Sarasola fundará la papelera "Laurak Bat" (1883).
A finales de siglo, la crisis se ceba con el sector papelero, entre otras razones por un exceso de oferta propiciado por la proliferación de negocios papeleros. Baldomero Ollo ve caer su imperio papelero. "La Guadalupe" pasará a manos de Vicente San Gil y "La Tolosana" y "La Paperola" a la sociedad "Limousin, Aramburu y Raguán" (1897). Vista de esta última por aquellas fechas.
En 1895, los señores Arcaute y Echániz fundan la última papelera del XIX, de nombre "Olaberri", ubicada en Arramele y que funcionó como complemento de "La Esperanza".
Ya iniciado el siglo XX, en 1901, Garín Hermanos y Berroeta, fuera del término de Tolosa, en Eldua, fundan una nueva papelera que en 1920 pasará a la sociedad Ildefonso Calparsoro y Cía, y que es de las pocas que continúa con la actividad en nuestros días. "Garín Hermanos y Berroeta" también explotarán la fábrica de papel de paja "San José" en Belaunza (que data de 1885).
1902 será un año que quedará grabado en la historia del papel en España. De la mano de Nicolás Urgoiti y con el apoyo del Banco de Bilbao, surge la Papelera Española, que entre otras muchas del estado englobará a las tolosarras "La Guipuzcoana" y "Laurak bat". En la actualidad sigue en pie aunque cortado por la carretera el acueducto que traía el agua desde la regata de Otzarain a ésta última fábrica, construido en 1889. Esperemos que se arregle y conserve como vestigio de lo que fue.
En 1905 nacerá la última de las grandes papeleras de Tolosa, junto al caserío Arzabalza, cercano al término de Alegría, en el lugar donde había existido una antigua tejería, fundada por los señores Canuto Soto y Francisco (Patxi) Tuduri Pons, natural de Pasajes de San Juan y bisabuelo de quien escribe este blog, bajo la razón social "Soto, Tuduri y Cía", y que años después pasaría a denominarse "Papelera de Arzabalza".
Fuera del término municipal de Tolosa, pero en sus alrededores nacerán la fábrica de cartón de Juan José Echezarreta en Legorreta (1906. A partir de 1919 fabricará papel); "Portu Hermanos y Cía" en Billabona, actual Papelera del Oria (1911); y en Amezketa, la sociedad Alzueta, Amunarriz y Cía. crea la "Nueva Papelera del Aralar" (1936).
Al mismo tiempo, se desarrollará toda una industria auxiliar, para la fabricación de máquinas de papel, caldererías, litografías, manipulados de papel, imprentas, ..., que harán de Tolosa un referente papelero a nivel nacional e internacional durante buena parte de los siglos XIX y XX.
También surgirán los primeras movilizaciones obreras en defensa de sus derechos. Esta imagen de 1912 nos muestra a la Guardia Civil patrullando por los alrededores de la Papelera Española en Tolosa, durante una Huelga General.
La crisis de los años 70 del siglo XX, sobre todo a partir de 1975, se sufrirá con crudeza en todo el País Vasco, con una industria centrada en los sectores tradicionales, que en el caso de Tolosa sumará la antiguedad de sus instalaciones, y desembocará en el cierre y desaparición de la mayor parte de las papeleras de la localidad y la comarca.La falta de suelo industrial en Tolosa, hace que la mayor parte de las industrias que sobrevivan se trasladen a otros municipios y la poca voluntad política por apoyar un sector que consideran sin razón que contiene un alto riesgo ecológico, además del clima social, etc..., hará que 200 años de "Know how" tolosarra sobre la fabricación de papel (en 1915 en Tolosa y su comarca había en funcionamiento 20 papeleras; 95 años después, quedan 4 de ellas más 1 fundada posteriormente), se desechen y se ignoren sin que nadie haya puesto remedio, reconvirtiéndonos en una alegre y bonita villa de servicios.
Emilio,muy bien documentado.De la historia viene el futuro.La reflexión me gusta.No podemos dudar,que la creación de empleo y desarrollo del conocimiento,viene siempre del interés privado de crear algo y casi siempre,del interés de enriquecerse,es algo que va unido a la condición humana.Ciertamente,en este pasado reciente, dudo que las instituciones más cercanas,hayan atinado en su gestión industrial, como para arropar, promover y crear las vías necesarias,mediante las cuales , no se hubiese perdido ese ``know how´´que dices, de más de 200 años en nuestra villa.Algo ha fallado,y sin duda las razones serán diversas.Veamos a nuestros vecinos aragoneses, como de una pequeña fábrica que hacia papel con paja,han creado una multinacional papelera.Sin ir más lejos,este último viernes venía un articulo en las páginas centrales del Diario Vasco firmado por un fulano que saca pecho en su foto,el cual habla del daño que produce el papel a la naturaelza.No entiendo que se permitan decir tan libremente tales acusaciones, de una industria en donde se recicla el 70% del desecho como materia prima,donde la tala de árboles hace que se replanten y regeneren bosques como el de las Landas sin ir más lejos,donde además de permisos industriales,los fabricantes poseen licencias como gestores de residuos,donde se cogenera como en ninguna otra industria desde hace más de 30 años,donde se crea energía en las calderas de recuperación de las fábricas de pasta,donde se recupera y recicla el 98% en muchos casos,del agua que se capta, donde no se emite C02,sólo vapor de agua,donde se crea algo que no está basado en el petroleo.La industria Papelera en Tolosa estropeó los ríos locales,no lo podemos negar,las cosas había que mejorarlas,y se han hecho en la medida que el interés privado otra vez,lo ha financiado en la medida que ha podido.Hoy tenemos truchas,patos y presa hinchable...En finlandia existen fábricas al lado de ríos salmoneros...Un día Obama, dirá que hay que fomentar el uso del papel porque no genera CO2,y todos como borregos,empezaremos a repetir lo que Obama ha dicho con su sonrisa...Nos acordaremos todos entonces,de que en su día,nacimos en la Villa Papelera.
ResponderEliminarExcelente repaso a la historia papelera de Tolosa y sus alrededores. Únicamente comentar que la fábrica Garín Hermanos y Berroeta en Eldua efectivamente pasa a una nueva sociedad llamada Ildefonso Calparsoro y Cía (con "C"). A día de hoy continúa con la actividad con el nombre Munksjö Paper S.A.
ResponderEliminarComparto totalmente la realidad descrita por Unai G. Al contrario de lo que nos quieren vender algunos, el papel es un producto verde.
Saludos.
Hola, Emilio.
ResponderEliminarMi abuelo trabajó en la Papelera Española en Tolosa. Lo que no sé es el año. Me podrías decir dónde estaba situada? Ando investigando sobre mi familia y me gustaría en algún momento poder visitar al menos dónde pasaron tantos años. ¿Puede ser que tuvieses casas especiales que les ponía la papelera? como ves no tengo mucha información. ¿Aún hay forma de acceder a la información de la fábrica? Bueno, muchas gracias, de verdad. Un saludo.
En el solar que ocupó en su día hay un barrio de villas adosadas. Te mando un correo con más información
ResponderEliminarUn gran trabajo mi enhorabuena. Os aporto estas imágenes no conocidas según creo del paisaje papelero de Tolosa a comienzos del s XX.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=t0fDFYYhEPQ
saludos
Alejandro
Muchas gracias por el documento, Alejandro. Es de gran valor
ResponderEliminarEncantado de que sea de utilidad Emilio. Estudiando las imágenes creo que hay edificios que no corresponden directamente al conjunto de La Esperanza, vosotros sabreis mejor ubicarlos que yo. Los Arcaute tenian varias empresas cercanas dedicadas tambien al papel,al menos el material esta ahi ya para los investigadores
ResponderEliminarOtro tema a considerar es las industrias que se fundaron para el mantenimiento y construcción de maquinaria papelera, que tuvo un prestigio importante en el mundo, en este momento está diezmada.
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