CRISIS, WHAT CRISIS?

Entre hongo y hongo, en mis paseos por el monte, y en la cantidad de horas que meto en el coche, tengo mucho tiempo para pensar, yo diría que afortunadamente, ya que al clásico “mens sana in corpore sano”, yo añadiría “mente ejercitada, mente sana”.
Voy a aprovechar este espacio que he abierto en la red para, haciendo honor al nombre de mi blog, “Ttanttak” (“Gotitas”), dejar por escrito alguna gotita de mis reflexiones sobre temas de mayor o menor actualidad.
Viene a colación el título de un magnífico disco de Supertramp, publicado en el año 1986 (por cierto, también años de recesión), para reflexionar acerca de la ya tan manida crisis.
Los que me conocen saben (sobre todo mi familia, que me ha soportado en alguna cena navideña) que hace años que vengo hablando de la crisis del sistema capitalista como modelo económico, a pesar de toda la parafernalia propagandística democrático occidental, que se puso en marcha sobre todo a raíz de la caída del muro de Berlín en el año 1989. Casi 10 años después en una entrevista publicada por un diario alemán (1997), el escritor Günter Grass, reflexionando acerca de sus consecuencias, alertaba del peligro que ha supuesto el arrogamiento del capitalismo como sistema económico modelo del mundo, sin la oposición del modelo “pseudo comunista” de los países del otro lado del telón de acero. En dicha entrevista decía:

“Hemos dado vía libre al capitalismo, que desde una cierta civilización vuelve a actitudes del siglo XIX. Muchas cosas que se consiguieron por el largo trabajo del movimiento obrero están siendo demolidas. Se destruye el consenso social. Y lo está haciendo el capital. Cada vez que una empresa despide a sus trabajadores, suben sus acciones. Es una situación perversa que se refleja en esta relación entre ganancia por acciones y desempleo”

Estoy de acuerdo con lo que dice, aunque más que por el contenido explícito (se le nota cierto tufillo obrero-intelectual siglo XX), por lo que está implícito en sus palabras.

Del mismo modo que en lo económico el capitalismo se ha autoproclamado como el sistema ideal y referencia a la que debe aspirar cualquier país del mundo que quiera prosperar (hasta la China post-Mao, alter-ego de la izquierda radical de los años 70 y 80, ha caído en sus redes), en lo político, las llamadas “democracias occidentales” han ido de la mano, postulándose como el ideal al que deben tender todos los países del mundo “mundial”.
Sin olvidar ni negar lo que tienen de bueno y lo que el llamado “sistema democrático” ha contribuido a mejorar muchos aspectos de nuestra vida, como una mayor igualdad social, acceso universal a la cultura y la educación, o el desarrollo de las libertades individuales, no hay que olvidar que todo ello ha conllevado el estancamiento de una gran parte de la población mundial (África, Latinoamérica), mientras a las democracias occidentales se nos llena la boca hablando de “democracia” y mirando para otro lado, más que para otro lado, hacia nuestra panza y no digo a nuestro ombligo, porque cada vez se nos ve menos (ya sabéis que el ombligo hacia afuera es síntoma de hambruna).
Los críticos me dirán - ¿qué haces tú para evitarlo?- cuando eres el primero que vive atrapado (cómodamente por otra parte) en el sistema.
De momento, reflexionar, tomar conciencia e intentar con mis pocos medios (no dirijo un gran periódico u otro medio de comunicación), alertar a quien me lea o escuche.
La crisis económico-financiera actual es, desde mi punto de vista, una consecuencia de esto que he intentado resumir en unas pocas pinceladas.
El “dinero” ha campado a sus anchas por Occidente todos estos años, los controles del sistema han sido mínimos y encima ahora “papá Estado”, al más puro estilo “socialismo real” tiene que venir a echarnos una mano para que algunos sigan disfrutando de sus villas en Coney Island con el yate en la puerta.
Y nosotros, el común de los mortales, viviendo y disfrutando lo que podemos, como nos recomendaba una de las canciones del disco de Supertramp con el que comenzaba esta pequeña reflexión:

“Eat a lot, sleep a lot,

Passing the time away,

Maybe I'll find my way,

Who am I kidding?

Yes, it's just myself.
(Comer mucho, dormir mucho,
Dejando pasar el tiempo,
Tal vez encuentre mi camino,
¿Quién soy yo bromeando?
Sí, simplemente yo

¿Crisis, qué crisis? Como veis, el final es un poco más optimista, un canto al individuo, con todas nuestras miserias y contradicciones, pero a disfrutar, que son 4 días, aunque sin olvidarnos de intentar cambiar esto un poco para los que vengan detrás.

Por cierto, la portada del disco siempre me ha gustado y me parece que refleja muy bien lo que he querido expresar.