Aunque no voy todos los años, siempre que puedo me gusta acercarme a Tafalla el primer domingo después de San Marcos para participar en la Romería a Ujué. El recorrido de ida es de aproximadamente 18 km (10 a San Martín de Unx), aunque la nueva carretera parece ser que lo ha reducido en algo más de 1 km. En cuanto al desnivel, partimos de los 421 m. de Tafalla para alcanzar los 815 m. en Ujué.
Uju� at EveryTrail
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Espero regresar el año que viene y volver a disfrutar de un día como éste.
Todos, independientemente de nuestras creencias o motivaciones, tenemos el deber de conservar y preservar una celebración que ha perdurado a lo largo de 1000 años. La tradición indica que la romería comienza como un voto de agradecimiento de los tafalleses a la Virgen de Ujué por la victoria frente a las huestes de Ramiro de Aragón coaligado con los reyes moros de Zaragoza, Tudela y Huesca, cuando intentaban conquistar la ciudad el año 1043.
Pequeño madrugón y salimos de Santa María a las 5,30 h. de la mañana. Una foto desde dentro. Como contraste a la solemnidad del momento, el pompón del capillo de quien me precede en la procesión.
Me guiaré del libro "La Virgen de Ujué y su Santuario" del R.P. Jacinto Clavería, publicado en 1910, transcribiendo parte del capítulo dedicado a la romería, para acompañar nuestro recorrido. Como veremos, con más o menos devoción, algún rezo menos y distintos horarios, la tradición se mantiene invariable:
" El domingo siguiente a la fiesta de San Marcos Evangelista, es el destinado para hacer la ciudad de Tafalla al santuario de Ujué su procesión solemne, llamada de los Cruceros, la cual se ha hecho tan célebre, tan popular en Navarra y fuera de la provincia que son muchísimas las personas de todas condiciones que concurren sólo para presenciarla. Diez siglos hace ya que se celebra por los nobles tafalleses, los más asiduos devotos de este Santuario. (...) En ese domingo, desde las dos de la mañana empiezan a repicar en Tafalla las campanas de Santa María, convocando a los fieles a las misas que se celebran hasta la hora de partir. Mientras tanto, los auroros recorren las calles de la ciudad (...) e invitan a tomar parte en la romería. (...) A las cuatro en punto, después de oir misa y de una breve y sencilla plática que les dirige el Vicario de la parroquia, se ponen en marcha todos los peregrinos, vestidos de túnicas y capillos negros, con cuerdas ceñidas al talle y con una cruz al hombro, de la que les viene el nombre de cruceros y se encaminan al occidente, hacia San Martín de Unx, villa distante de la ciudad más de dos leguas".

" El domingo siguiente a la fiesta de San Marcos Evangelista, es el destinado para hacer la ciudad de Tafalla al santuario de Ujué su procesión solemne, llamada de los Cruceros, la cual se ha hecho tan célebre, tan popular en Navarra y fuera de la provincia que son muchísimas las personas de todas condiciones que concurren sólo para presenciarla. Diez siglos hace ya que se celebra por los nobles tafalleses, los más asiduos devotos de este Santuario. (...) En ese domingo, desde las dos de la mañana empiezan a repicar en Tafalla las campanas de Santa María, convocando a los fieles a las misas que se celebran hasta la hora de partir. Mientras tanto, los auroros recorren las calles de la ciudad (...) e invitan a tomar parte en la romería. (...) A las cuatro en punto, después de oir misa y de una breve y sencilla plática que les dirige el Vicario de la parroquia, se ponen en marcha todos los peregrinos, vestidos de túnicas y capillos negros, con cuerdas ceñidas al talle y con una cruz al hombro, de la que les viene el nombre de cruceros y se encaminan al occidente, hacia San Martín de Unx, villa distante de la ciudad más de dos leguas".
Al salir de Tafalla, empieza a llover, aunque sin mucho viento, y no dejará de hacerlo hasta San Martín. Aquí hacemos la primera parada para dar buena cuenta del ya también tradicional bizcocho preparado por Karmele, acompañado de los primeros tragos de moscatel o agua.
Continúa el relato del reverendo: "Allí se incorporan otros ciento por lo menos, de algunos pueblos comarcanos, a los seiscientos o más entunicados que han partido de Tafalla y todos juntos se dirigen al Santuario, no por breñas y matorrales, ni saltando barrancos como antiguamente, sino por la carretera abierta hace pocos años".
No hace muchos años, 3 ó 4 a lo sumo, me tocó saltar unos cuantos barrancos y matorrales, cuando guiado por mis amigos Manolo Ibáñez y Miguel Sanzol, "buenos" conocedores del terreno, decidimos bajar por el monte en lugar de por la carretera. Una vista de la zona por la que anduvimos despistados.
Tras esta pequeña reseña, vuelvo al relato:
"En lo alto de la cruz se agregan otros romeros procedentes de diversos pueblos y se ordena formalmente la procesión, para hacer su entrada en Ujué, que resulta siempre solemne y conmovedora. Más de un kilómetro de carretera comprende la hilera de romeros, que con paso grave y devoción nunca vista, se dirigen al santuario por entre la compacta muchedumbre que ansiosa de contemplarlos sale a las afueras y llena las calles de tránsito. Muchos de los cruceros suben descalzos la montaña no obstante la aspereza del camino, bastantes arrastrando de sus fatigados pies pesadas cadenas de algunos metros de longitud y casi todos rezando el rosario".
Lo de las cadenas, pies descalzos y rosario pasó a la historia, aunque no hace tantos años. Recuerdo todavía cuando subíamos a Ujué en nuestra adolescencia, el efecto estremecedor del chirriar de las cadenas en el suelo, "in crescendo" confome te acercabas al romero que las arrastraba, que lógicamente iba más despacio, y el estupor que me producía la vista de algunos pies ensangrentados por las llagas. Afortunadamente esas muestras de fervor religioso ligadas al sufrimiento y la autoflagelación forman parte de la iconografía del pasado. Tampoco se ven ya aquellas cruces enormes, aunque se mantienen las de tamaño normal, que van pasando de padres a hijos.
"(...) Detrás de los cruceros viene en corporación parte del clero y Ayuntamiento de Tafalla junto con parte del clero y Ayuntamiento de Ujué, que salen un poco antes a a recibirles y saludarles cordialmente. Saca el clero de Ujué la cruz parroquial alzada y el estandarte que los tafalleses regalaron en las fiestas del milenario a la virgen de Ujué: al encontrarse se dan el ósculo las dos cruces parroquiales, la de Ujué y la de Tafalla, y lo mismo hacen los estandartes, como señal de unión y bienvenida; después se dirige la procesión a la Iglesia, donde se canta el Regina Caeli y terminado, depositan en ella los romeros sus cruces y se retiran a descansar y tomar alguna refección hasta la hora de la misa solemne."
Está claro que a consecuencia de mi nula religiosidad, y con gran respeto a quienes piensan de otra manera, no voy a negar que me atrae esta parte lúdico-gastronómica de la fiesta. La vista desde la ventana del "Mesón Las Torres" nos permite ver la procesión mientras damos buena cuenta de unos huevos fritos con jamón y tomate bien merecidos, acompañados de buen vino de la tierra. Como aperitivo, una sartén de las afamadas migas de Ujué y un poco de la no menos famosa txistorra navarra. Como dice la canción, ¡qué bueno que es el pan de Ujué, untado con ajico,...!
Para el R.P. Jacinto, no todos son tan "herejes" como uno y hay "muchísimos que, sin embargo, aprovechan este rato de tiempo para recibir el pan de los ángeles, teniendo más cuenta de sus almas que de sus cuerpos fatigados y molidos después de una caminata de 4 leguas. Poco después, a la hora convenida, comienza a celebrase la Misa mayor, en la que suele con frecuencia predicar algún notable orador de la provincia" (Este año andaba por allí el actual obispo de Pamplona, ex-obispo castrense) "Concluida esta solemne función religiosa, la mayor parte de los peregrinos desparrámanse en grupos por la campiña, si el tiempo lo permite, para tomar su almuerzo o comida, preparado de antemano"
Por nuestra parte, tenemos la suerte de poder disponer de la amabilidad de la familia de nuestro amigo Kuko Alcuaz para preparar las costillas de cordero en su casa a la vez que nos guarecemos del frío de ayer al abrigo del fuego que cuida con diligencia su padre, Amalio. El encargado de hacerlas, Javier Perelló, "Paco".
Volvamos al R.P. Jacinto Clavería: "Por la tarde, a eso de las tres, se reúnen otra vez los cruceros en la iglesia, y después de cantar una salve o una despedida a la Virgen (...)"Este año, y debido a las obras del Santuario, se ha habilitado el paso de ronda como iglesia, y la imagen de la Virgen es una réplica de la original, la cual de momento han trasladado a la catedral de Pamplona. ¿Volverá? Debido entre otras cosas a este cambio y al tiempo, que no acompañaba, parece que se ha retraído el fervor mariano de algunos, lo que se ha traducido en que hubiese menos gente que otros años. Una imagen de la despedida.
"...y regresan con el orden mismo en que vinieron rezando las letanías y otras oraciones hasta Tafalla, donde son recibidos con repique de campanas y por un inmenso gentío que les da la bienvenida y les acompaña al templo de Santa María, desde el cual se retiran a sus domicilios...."
Por nuestra parte, algunos bajamos andando hasta San Martín y tras una nueva parada obligada para reponer fuerzas con una buena merienda en casa de Miguel (¡no hay duda de que tenemos buen saque!), me vuelvo en coche a Tafalla y para cuando los romeros entran en la ciudad, yo ya he llegado prácticamente a Tolosa.
La imagen de la entrada me la cede gentilmente otro amigo y fotógrafo de primera, Atxu Ayerra. Se le nota la mano y la buena técnica y si no, fijarse en la estación.

No hace muchos años, 3 ó 4 a lo sumo, me tocó saltar unos cuantos barrancos y matorrales, cuando guiado por mis amigos Manolo Ibáñez y Miguel Sanzol, "buenos" conocedores del terreno, decidimos bajar por el monte en lugar de por la carretera. Una vista de la zona por la que anduvimos despistados.

"En lo alto de la cruz se agregan otros romeros procedentes de diversos pueblos y se ordena formalmente la procesión, para hacer su entrada en Ujué, que resulta siempre solemne y conmovedora. Más de un kilómetro de carretera comprende la hilera de romeros, que con paso grave y devoción nunca vista, se dirigen al santuario por entre la compacta muchedumbre que ansiosa de contemplarlos sale a las afueras y llena las calles de tránsito. Muchos de los cruceros suben descalzos la montaña no obstante la aspereza del camino, bastantes arrastrando de sus fatigados pies pesadas cadenas de algunos metros de longitud y casi todos rezando el rosario".
Lo de las cadenas, pies descalzos y rosario pasó a la historia, aunque no hace tantos años. Recuerdo todavía cuando subíamos a Ujué en nuestra adolescencia, el efecto estremecedor del chirriar de las cadenas en el suelo, "in crescendo" confome te acercabas al romero que las arrastraba, que lógicamente iba más despacio, y el estupor que me producía la vista de algunos pies ensangrentados por las llagas. Afortunadamente esas muestras de fervor religioso ligadas al sufrimiento y la autoflagelación forman parte de la iconografía del pasado. Tampoco se ven ya aquellas cruces enormes, aunque se mantienen las de tamaño normal, que van pasando de padres a hijos.

Está claro que a consecuencia de mi nula religiosidad, y con gran respeto a quienes piensan de otra manera, no voy a negar que me atrae esta parte lúdico-gastronómica de la fiesta. La vista desde la ventana del "Mesón Las Torres" nos permite ver la procesión mientras damos buena cuenta de unos huevos fritos con jamón y tomate bien merecidos, acompañados de buen vino de la tierra. Como aperitivo, una sartén de las afamadas migas de Ujué y un poco de la no menos famosa txistorra navarra. Como dice la canción, ¡qué bueno que es el pan de Ujué, untado con ajico,...!

Por nuestra parte, tenemos la suerte de poder disponer de la amabilidad de la familia de nuestro amigo Kuko Alcuaz para preparar las costillas de cordero en su casa a la vez que nos guarecemos del frío de ayer al abrigo del fuego que cuida con diligencia su padre, Amalio. El encargado de hacerlas, Javier Perelló, "Paco".


Por nuestra parte, algunos bajamos andando hasta San Martín y tras una nueva parada obligada para reponer fuerzas con una buena merienda en casa de Miguel (¡no hay duda de que tenemos buen saque!), me vuelvo en coche a Tafalla y para cuando los romeros entran en la ciudad, yo ya he llegado prácticamente a Tolosa.
Para los interesados en el recorrido dejo el enlace de Every Trail y para bajarlo o verlo en Google Earth pinchar en: http://www.box.net/shared/conttvyrc6
Ambos enlaces me los facilita Manolo Ibáñez
Uju� at EveryTrail
Map created by EveryTrail:GPS Geotagging
Espero regresar el año que viene y volver a disfrutar de un día como éste.
Muy bien Emilio. Costumbres como ésta no deben perderse y es bueno darlas a conocer fuera de nuestro entorno.
ResponderEliminarMagnífico el relato combinando los dos textos.
¡Lo pasamos bien!
Bien Emilio pero eso se avisa antes de ir. Un abrazo.
ResponderEliminarEspero que el año que viene vuelvas y que te traigas al amigo Rafa que ya le prepararemos túnica. En cuanto a lo de "hace tres o cuatro años" asumo mi culpa ¿pero se tenía que enterar toda la blogosfera?
ResponderEliminarRafa, el año que viene te aviso, pero ya ves cuando es la cita, primer domingo después de San Marcos.
ResponderEliminarPero Manolo, ¿ todavía quedaba alguien que no lo supiera? Ya sabes como somos los amigos.