Aurten, bai! Ha costado, pero por fin volvemos al lugar del que nunca debimos salir. Si algo aglutina a la mayoría de los guipuzcoanos y es reflejo de su carácter colectivo, ese algo es la Real Sociedad, a pesar de algunos descastados que apoyan al vecino del otro lado de la autopista.Dicen los tópicos que el guipuzcoano se caracteriza por la humildad, sencillez, cierta tendencia al fatalismo y la tozudez en busca del objetivo marcado.
Los que nacimos en la década de los sesenta apenas recordamos el ascenso de Puertollano en 1967 y nos hicimos mayores con las dos Ligas de los 80.
Tres años en el infierno nos han servido para conocer de cerca el abismo de la Segunda, pozo al que esperemos no volvamos a caer.
Más o menos aficionados al fútbol, el "pan y circo" no es tan malo como parece. De alguna manera, necesitamos algo con lo que evadirnos de los problemas cotidianos, ya sea el fútbol, ya sean los sueños o un paseo por la naturaleza.
No obstante, reconozcamos que la dimensión que ha adquirido el fútbol está fuera de lugar en ciertos aspectos como el ilimitado gasto en la compra de jugadores y sus salarios, la asfixiante deuda de los clubes con las respectivas Haciendas, o sea, con todos nosotros, nos guste o no el fútbol, ...
A pesar de todo, disfrutemos del momento. ¡Aupa, Real!
Y si la roja gana el Mundial, adiós a la crisis.
Los que nacimos en la década de los sesenta apenas recordamos el ascenso de Puertollano en 1967 y nos hicimos mayores con las dos Ligas de los 80.
Tres años en el infierno nos han servido para conocer de cerca el abismo de la Segunda, pozo al que esperemos no volvamos a caer.
Más o menos aficionados al fútbol, el "pan y circo" no es tan malo como parece. De alguna manera, necesitamos algo con lo que evadirnos de los problemas cotidianos, ya sea el fútbol, ya sean los sueños o un paseo por la naturaleza.
No obstante, reconozcamos que la dimensión que ha adquirido el fútbol está fuera de lugar en ciertos aspectos como el ilimitado gasto en la compra de jugadores y sus salarios, la asfixiante deuda de los clubes con las respectivas Haciendas, o sea, con todos nosotros, nos guste o no el fútbol, ...
A pesar de todo, disfrutemos del momento. ¡Aupa, Real!
Y si la roja gana el Mundial, adiós a la crisis.
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