Tenía ganas de volver a esta cumbre de las Malloak de Aralar, por varios motivos: por un lado debido a los magníficos paisajes de los que se disfruta durante su ascensión, así como por ser el punto más alto del término municipal de mi localidad, Tolosa.
Son varios los puntos de partida que podemos escoger para acometer la subida: San Martín, en Amezketa por Beratzeaga, el barrio tolosarra de Bedaio o los concejos navarros de Gaintza o Azkarate en la otra vertiente, ambos pertenecientes al valle de Araitz. Imagen del valle, ayer a primera hora cubierto por la neblina.
Son varios los puntos de partida que podemos escoger para acometer la subida: San Martín, en Amezketa por Beratzeaga, el barrio tolosarra de Bedaio o los concejos navarros de Gaintza o Azkarate en la otra vertiente, ambos pertenecientes al valle de Araitz. Imagen del valle, ayer a primera hora cubierto por la neblina.
Elegimos esta última y por la antigua carretera de Azpiroz nos dirigimos hacia Atallo-Arribe, donde cogemos a la derecha la carretera que nos conduce a Azkarate.
Detrás de la iglesia, donde aparcamos, tomamos la pista que sube hacia el cementerio de la localidad.
Sin abandonar ésta vamos ascendiendo y enseguida saldremos de la niebla, que dejamos a nuestras espaldas. A nuestra derecha, la pequeña y rocosa cumbre de Urreako Haitze.
A la media hora alcanzamos el collado de Urdille, límite entre Gipuzkoa y Nafarroa.
A nuestra izquierda Mallozarra o Balerdi, que bordearemos por su cara norte para acceder a la cima de Artubi, nuestro objetivo, situado detrás de esta cumbre.
Pasamos la valla y por una cómoda senda sin apenas desnivel nos dirigimos hacia los pastos de Larrondo.
Antes de llegar a éstos, a medio camino (15 minutos desde Urdille), dejamos el cruce que asciende desde Bedaio y que a nuestra izquierda nos conduciría a la fuente Plazegiko Iturria.
Continuamos de frente hacia Larrondo, donde llegaremos a la hora y 10 minutos de nuestra partida.
Aquí tenemos que tener cuidado con el camino que cogemos. Debemos seguir el camino marcado como GR, que adivinamos entre los muros de piedra y árboles.
Otros 10 minutos nos costará llegar a un nuevo cruce, donde seguimos por el camino que se dirige hacia la pendiente siguiendo el GR que se adentra hacia el corazón de Aralar, con destino Igaratza.
El camino va ascendiendo en duro zigzag por el bosque, hasta que se abre dejando a nuestra derecha la vista sobre la hendidura de la ruta que sube desde Beatza a las Minas de Arritzaga, con Amezketa al fondo.
Con el cortado a nuestra derecha seguimos en dirección este alcanzando la pequeña borda de Arangoene.
Un poco más adelante (2h. 15 min.), en el collado, el GR comienza a descender, punto en el que lo abandonamos para paralelos a la empalizada ascender a la cumbre de Artubi, que queda a nuestra izquierda, pasando por otra pequeña majada con ruinas de dos bordas.
A las 2 h. 50 min. aproximadamente alcanzamos el buzón de Artubi (1.265 m.)
A nuestra derecha, la cumbre de Uakorri y de frente el camino que desciende hacia la proa de las Malloak, Balerdi, que dejamos para otro día.
Junto a la cumbre, al otro lado del vallado, el mojón que delimita los términos municipales de Tolosa (Bedaio), Amezketa y Azkarate y que por ende divide los territorios de Gipuzkoa y Nafarroa.
Desde aquí y para no volver por el mismo camino hacia Azkarate, descendemos hasta el collado de Astunalde.
Como el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, cometo el mismo error que la última vez que visité esta cumbre hará unos tres o cuatro años, y descendemos hacia Azkarate por la fuerte pendiente que zigzaguea junto a un pequeño arroyo, hasta adentrarse en un pequeño bosquete, por el que se pierde fácilmente la huella entre los canchales y rocas de Balerdi.
En esta marcada hondonada y justo antes de adentrarnos en el bosquete, cruzamos dos o tres veces uno de los cables de acero que poblaron las Malloak con el fin de facilitar la labor de los baserritarrak a partir de los años 20 del siglo pasado.
Este sistema de transporte facilitaba el descenso de los grandes fardos de hierba por las inclinadas laderas de las Malloak. Durante siglos, la recogida de hierba constituyó un hito importante para la economía del valle de Araitz y las familias participaban en pleno en su recogida.
GureGipuzkoa.net | Aralar: Aizkarate © CC BY-SA: Elósegui Irazusta, Jesús
El sistema de cable, derivado del utilizado para el descenso de la madera en otros lugares navarros, como Irati, era muy simple y se componía de un sólo cable atado en sus dos extremos, por el que descendía la polea (txirrika) con su carga.
Por fin, y tras no pocas dificultades, conseguimos salir del bosque bajo los canchales de Balerdi y avistamos el Cementerio de Azkarate, desde donde alcanzamos el punto de inicio, más de 5 horas después de haber salido del mismo. El calor es ya sofocante, preludio del día de bochorno que vendrá el domingo.
Una fría cerveza con limón en el bar de la gasolinera de Atallo pone fin a la excursión.
Detrás de la iglesia, donde aparcamos, tomamos la pista que sube hacia el cementerio de la localidad.
Sin abandonar ésta vamos ascendiendo y enseguida saldremos de la niebla, que dejamos a nuestras espaldas. A nuestra derecha, la pequeña y rocosa cumbre de Urreako Haitze.
A la media hora alcanzamos el collado de Urdille, límite entre Gipuzkoa y Nafarroa.
A nuestra izquierda Mallozarra o Balerdi, que bordearemos por su cara norte para acceder a la cima de Artubi, nuestro objetivo, situado detrás de esta cumbre.
Pasamos la valla y por una cómoda senda sin apenas desnivel nos dirigimos hacia los pastos de Larrondo.
Antes de llegar a éstos, a medio camino (15 minutos desde Urdille), dejamos el cruce que asciende desde Bedaio y que a nuestra izquierda nos conduciría a la fuente Plazegiko Iturria.
Continuamos de frente hacia Larrondo, donde llegaremos a la hora y 10 minutos de nuestra partida.
Aquí tenemos que tener cuidado con el camino que cogemos. Debemos seguir el camino marcado como GR, que adivinamos entre los muros de piedra y árboles.
Otros 10 minutos nos costará llegar a un nuevo cruce, donde seguimos por el camino que se dirige hacia la pendiente siguiendo el GR que se adentra hacia el corazón de Aralar, con destino Igaratza.
El camino va ascendiendo en duro zigzag por el bosque, hasta que se abre dejando a nuestra derecha la vista sobre la hendidura de la ruta que sube desde Beatza a las Minas de Arritzaga, con Amezketa al fondo.
Con el cortado a nuestra derecha seguimos en dirección este alcanzando la pequeña borda de Arangoene.
Un poco más adelante (2h. 15 min.), en el collado, el GR comienza a descender, punto en el que lo abandonamos para paralelos a la empalizada ascender a la cumbre de Artubi, que queda a nuestra izquierda, pasando por otra pequeña majada con ruinas de dos bordas.
A las 2 h. 50 min. aproximadamente alcanzamos el buzón de Artubi (1.265 m.)
A nuestra derecha, la cumbre de Uakorri y de frente el camino que desciende hacia la proa de las Malloak, Balerdi, que dejamos para otro día.
Junto a la cumbre, al otro lado del vallado, el mojón que delimita los términos municipales de Tolosa (Bedaio), Amezketa y Azkarate y que por ende divide los territorios de Gipuzkoa y Nafarroa.
Desde aquí y para no volver por el mismo camino hacia Azkarate, descendemos hasta el collado de Astunalde.
Como el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, cometo el mismo error que la última vez que visité esta cumbre hará unos tres o cuatro años, y descendemos hacia Azkarate por la fuerte pendiente que zigzaguea junto a un pequeño arroyo, hasta adentrarse en un pequeño bosquete, por el que se pierde fácilmente la huella entre los canchales y rocas de Balerdi.
En esta marcada hondonada y justo antes de adentrarnos en el bosquete, cruzamos dos o tres veces uno de los cables de acero que poblaron las Malloak con el fin de facilitar la labor de los baserritarrak a partir de los años 20 del siglo pasado.
Este sistema de transporte facilitaba el descenso de los grandes fardos de hierba por las inclinadas laderas de las Malloak. Durante siglos, la recogida de hierba constituyó un hito importante para la economía del valle de Araitz y las familias participaban en pleno en su recogida.
GureGipuzkoa.net | Aralar: Aizkarate © CC BY-SA: Elósegui Irazusta, Jesús
El sistema de cable, derivado del utilizado para el descenso de la madera en otros lugares navarros, como Irati, era muy simple y se componía de un sólo cable atado en sus dos extremos, por el que descendía la polea (txirrika) con su carga.
Por fin, y tras no pocas dificultades, conseguimos salir del bosque bajo los canchales de Balerdi y avistamos el Cementerio de Azkarate, desde donde alcanzamos el punto de inicio, más de 5 horas después de haber salido del mismo. El calor es ya sofocante, preludio del día de bochorno que vendrá el domingo.
Una fría cerveza con limón en el bar de la gasolinera de Atallo pone fin a la excursión.
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