Esta semana, en pleno
Zinemaldia, me he acercado a ver
Rush. Aunque no la han traído al festival, estuvo en el de
Toronto, donde se llevó el Premio del Público, y se ha estrenado esta semana en nuestras pantallas.
Como viejo aficionado a la
Fórmula 1, que empecé a seguir antes de vestir pantalón largo, costumbre también ya desaparecida, la del paso del pantalón corto al largo, no la de seguir la F1, estaba ansioso porque se estrenase para ir a verla.
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Parrilla de salida de un GP en 1976 |
Siempre recordaré especialmente aquellas carreras de mitad de los 70, donde los coches no eran tan uniformes en cuanto a aspecto como ahora, o en los que todavía algún adinerado lord inglés, como en la película, ex-corredores o talleres artesanos, arriesgaban su dinero por diversión y afición para competir de igual a igual con los afamados fabricantes de coches de carreras, como llamábamos entonces a los deportivos. También ahora un rico fabricante de bebidas energéticas se ha metido a constructor y ha privado a
Alonso de poder llevar en este momento cinco entorchados mundiales.
Más allá de la nostalgia, ver en la pantalla el
Mini Cooper con el que
James Hunt acude a las carreras, los atuendos setenteros de los protagonistas, sus fiestas aderezadas de alcohol, tabaco y
cannabis,o el mejor
rockanroll de la historia (desde entonces la música rock no ha hecho más que repetirse;
heavy metal,
rock progresivo,
glam,
new wave,
funk o
música disco nacen en esa década) ya de por sí justifican verla.
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James Hunt celebrando una victoria en 1976 |
Basada en la biografía de dos grandes pilotos de la época,
Niki Lauda y
James Hunt, se centra en la lucha que mantuvieron por el título durante la temporada de 1976, con victoria final del segundo de ellos.
Todos los vicios y polémicas de la Fórmula 1 actual ya germinaban entonces: pilotos de pago, denuncias y contradenuncias, vaivenes de la FIA en sus decisiones, seguridad frente a espectáculo, piques entre compañeros de equipo, innovaciones tecnológicas, etc...
Aunque todo ello aderezado de matices que lo hacían mucho menos encorsetado y previsible que en la actualidad.
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Niki Lauda y James Hunt |
La película comienza con un dato que sitúa al nuevo público de la competición reina del automóvil en
Europa, Asia y Oceanía, o sea, en más de medio mundo, en el riesgo que corrían quienes la disputaban entonces:
dos de cada veinticinco pilotos que comenzaban la temporada, perdían la vida durante la misma.
Los primeros planos ya dejan entrever lo que será el resto de la película, el desenfado y la improvisación genial de
James Hunt y su equipo
Hesketh durante una prueba de F3 y la profesionalidad de un Lauda meticuloso y con un objetivo claro: llegar a la Fórmula 1 costase lo que costase, en el sentido más monetario de la expresión.
Hunt y su equipo, capitaneado por su patrón,
Lord Hesketh, al que da su nombre y su dinero, y que lo completan el joven diseñador
Harvet Postelwhaite y el jefe de equipo,
Horsley.
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Hesketh Team |
La imagen es de los personajes reales, muy bien retratados en el filme.
Ambos pilotos consiguen llegar a la
Fórmula 1, Hunt con el apoyo de su aristocrático amigo, y Lauda pagando por correr en el equipo
BRM, y al mismo tiempo marcando el inicio del deportista moderno, preparado, profesional, centrado en su trabajo y alejado del
"glamour", de carácter frío y reservado y exigente con sus mecánicos hasta conseguir que el coche corra más, como refleja la película, ante un atónito
Clay Regazzoni, su simpático compañero en la escudería y con el que luego también coincidirá en
Ferrari.
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Clay Regazzoni y Niki Lauda |
En cuanto a la Ficha Técnica de la película, cuenta con un buen director,
Ron Howard, un reputado guionista,
Peter Morgan, y la excelente banda sonora creada por
Hans Zimmer, aderezada de música de la época, como el
Give somme loving de
Steve Winwood o el
Fame de
David Bowie además del rugir de los motores
V8, presentes a lo largo y ancho de toda la cinta.
Por ende,
Chris Hemsworth, caracterizando a
James Hunt, y
Daniel Brühl, quien se diera a conocer en
Goodbye Lenin, que borda el papel de
Niki Lauda, con un parecido increíble. Aquí recomiendo ver la versión original, para no perderse los matices del inglés con acento alemán de Brühl y el trabajo de Hemsworth para esconder su acento
aussie y adaptarse al más puro
british.
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Crish Hemsworth y Daniel Brühl en Rush |
El filme se centra en la lucha que mantuvieron por el título durante la temporada 1976, que para los no aficionados no deja de ser una excusa para retratar a dos personalidades tan opuestas, pero que fueron buenos amigos que se respetaron y admiraron mutuamente, más allá de su rivalidad en la pista y fuera de ella.
Por supuesto que no pasa por alto los momentos más importantes de aquella lucha, como el
GP de España en el circuito del
Jarama, con la victoria de
Hunt y su descalificación posterior tras una reclamación del equipo Ferrari, el accidente de Lauda en el circuito de
Nurburgring durante la celebración del
GP de Alemania con las consecuencias que todos conocemos tras pasar casi un minuto entre las llamas de su coche, su vuelta a las circuitos en
Monza 1 mes y 12 días después todavía con fuertes dolores y problemas de visión, la restitución de los puntos del
GP de España a
Hunt, y el último GP de la temporada al que llegan con una diferencia de 3 puntos a favor de
Lauda.
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Accidente de Niki Lauda en Nurbrgring
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El
GP de Japón, también conocido como
La traición del Monte Fuji, supone un nuevo enfrentamiento entre las dos visiones tan distintas que ambos pilotos tiene de la competición y de la vida misma: el amor por el riesgo y el límite de
Hunt y la profesionalidad fría y calculadora de
Lauda.
Era la primera ocasión que el
circuito del Monte Fuji acogía a la competición reina del automovilismo y un diluvio hace impracticable la pista.
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Salida GP de Japón 1976 |
Los pilotos se reúnen tras las vueltas de calentamiento y algunos son partidarios de no correr. Parece que
Lauda habla uno a uno con los pilotos y deciden salir y retirarse tras dar dos o tres vueltas. Sea o no cierto, el caso es que
Lauda comienza la carrera y se retira a las dos vueltas. Los brasileños
Carlos Pace y
Emerson Fittipaldi harán lo propio unos giros después.
A mediados de la carrera, deja de llover y la pista se seca, aunque
Hunt no entra a cambiar los neumáticos de lluvia. Lo hace a falta de tres vueltas y sale a la pista en sexta posición, insuficiente para lograr los 4 puntos que le diesen la victoria en el Campeonato. Comienza una desaforada remontada en la que va adelantando doblados y cuando llega a meta cree que no ha logrado su objetivo. Incluso se enzarza en una trifulca con el jefe de su equipo,
McLaren, reprochándole no haberle metido antes en boxes a cambiar neumáticos, hasta que se confirma la tercera plaza que le daba el campeonato.
Todo ello queda magistralmente contado en esta película que quedará en los anales como una de las que mejor han reflejado el mundo de la F1, con
Grand Prix, de
J.Frankenheimer (1966) o el documental
Senna, de
Asif Kapadia (2010).
Por poner algún pero, aunque el trabajo de documentación y ambientación es exquisito, hay algunos detalles que para los no aficionados pasarán inadvertidos, como unos irreconocibles circuitos de
Monza o Jarama, aunque en este último la ambientación queda compensada con auténticos Guardias Civiles de la época con sus clásicos tricornios y bigotes. Algún otro detalle, como coches rodando minutos en paralelo, algo imposible en F1, o el escaso tratamiento que se da a sus compañeros de parrilla, no desmerecen en modo alguno el resultado final.
James Hunt, logrado su objetivo, correría un par de temporadas más, y perdida la ilusión abandonaría la competición en
1979, muy afectado por la muerte de
Ronnie Peterson el año anterior. Fallecería de infarto a los 45 años en
1993.
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Hunt, su primera mujer y el famoso logo que lucía en sus monos |
Niki Lauda, que ya había sido campeón el año anterior, 1975, volvería a repetir en el 77 y en
1984, y sigue dedicado a su otra gran pasión, la aviación además de comentar las retransmisiones de la F1 en la RTL alemana.
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Niki Lauda y un avión de la ya extinta Lauda Air |
Ha colaborado con el guionista de la película y ha declarado sentirse encantado con el resultado de la misma y en especial de la interpretación de
Daniel Brühl.
La F1 ha traído consigo numerosos avances tecnológicos como los trajes ignífugos.
ResponderEliminarLos trajes ignífugos de la Fórmula 1 son una maravilla tecnológica, diseñados para ofrecer máxima protección contra el fuego y el calor extremo. Es vital que los pilotos utilicen esta indumentaria especializada en cada carrera, asegurando su seguridad en un deporte donde cada segundo cuenta y los riesgos son altos. Estos trajes son un testimonio del compromiso de la Fórmula 1 con la seguridad y la innovación.