Este domingo por la mañana, intentando huir de las aglomeraciones de los últimos fines de semana en el monte, he vuelto a hacer esta ruta, una de las menos transitadas de Tolosa y que discurre por terrenos del barrio rural de Bedaio, adentrándose en el parque natural del Aralar tolosarra hasta la muga con Navarra.
Se trata de una ruta circular que podemos hacerla en ambos sentidos, aunque quizá sea un poco más suave en el que hoy he elegido. De cualquier forma es una ruta sin dificultad alguna.
Aproximadamente un kilómetro antes de llegar al núcleo principal de Bedaio, entre los kilómetros 5 y 6 de la carretera que sube desde el amezketarra barrio de Ugarte, dejo el coche en el cruce de la pista que a mano izquierda nos conduce hacia el caserío Gurbila Handia.
Gurbillaundia baserria, 1961 - Guregipuzkoa.eusSe trata de una ruta circular que podemos hacerla en ambos sentidos, aunque quizá sea un poco más suave en el que hoy he elegido. De cualquier forma es una ruta sin dificultad alguna.
Aproximadamente un kilómetro antes de llegar al núcleo principal de Bedaio, entre los kilómetros 5 y 6 de la carretera que sube desde el amezketarra barrio de Ugarte, dejo el coche en el cruce de la pista que a mano izquierda nos conduce hacia el caserío Gurbila Handia.
Considerado el mayor caserío de Gipuzkoa, se asemeja a un pequeño barrio en un sólo edificio, con un gran patio en su centro. En diferentes periodos fue utilizado como cárcel o acuartelamiento. Lo dejamos a la izquierda y siguiendo las marcas amarilla y blanca del PR-Gi 112 tomamos un camino que sube paralelo a la regata que hoy baja con fuerza tras las lluvias de estos últimos días.
Se intuye todavía la antigua calzada empedrada. Salimos a una pista que nos conducirá en pocos minutos a Zarateko Lepoa. (20 min. desde el punto donde dejé el coche) Este collado fue durante siglos un importante enclave en la ruta comercial que unía la costa con el interior, cercano a la muga con Navarra.
Zarateko lepoa - Bosque de hayas trasmochasMuga política, que no popular, ya que los vecinos de Azkarate en el cercano valle de Araitz y del lado guipuzcoano de Bedaio mantuvieron el contacto secular.
Su carácter fronterizo y su importancia como enclave de paso, hizo que se instalase un puesto de mikeletes para el cobro de arbitrios y la lucha contra el contrabando. La policía foral guipuzcoana ejerció sus funciones con diferentes vicisitudes en su historia entre 1839 y 1937.
Ruinas de la Casa de Mikeletes |
Cuentan que un día éstos sorprendieron a un contrabandista navarro cargado con cuatro pellejos de vino. Los guardias guipuzcoanos le dieron el alto, pero el hombre y su caballería salieron corriendo por el lado navarro de la muga hasta las laderas de Otsabio sin detenerse, mientras los mikeletes hacían lo propio por el lado guipuzcoano. Ni uno ni otros osaban cruzar la muga, hasta que exhaustos se detuvieron junto a un mugarri, cada uno a su lado. Los guardias le increparon: "¿Crees que ha merecido la pena semejante carrera para terminar tú sin poder pasar el contrabando y nosotros sin poder cogerte?"
Continuamos ahora por el camino que coincide con el de los GR20 y GR121, en dirección Amezketa, con la cima de Balerdi enfrente y tras atravesar un nuevo hayedo de trasmochas seguimos bajo las dos rocas de Urreagako Haitza a nuestra derecha y el valle de Araitz a la izquierda. El camino está bien definido y ha sido remarcado recientemente. En uno de los peñascos, una hembra de buitre leonado cuida de sus polluelos.
Nido de buitres leonados |
Llegamos a Urdilleko Lepoa (55 minutos desde la salida) y abandonamos momentáneamente el GR/PR para a nuestra derecha atravesar una langa y subir a la cima de Urreagako Haitza (785 m.) o Urreako Haitza, donde están los buzones, por una suave pendiente, lo que nos lleva escasamente 10 minutos más desde el collado. Cuenta la leyenda que su nombre proviene de un tesoro escondido en su base consistente en un pellejo de toro repleto de monedas de oro, al que debe su nombre, y que el primer rayo de sol del día marca el lugar donde se encuentra. Una oveja se encargará de indicar con su pezuña el lugar exacto,
Buzón de Urreagako Haitza |
Estamos en la muga entre Bedaio (Tolosa-Gipuzkoa) y Azkarate (Navarra), en una de las cumbres más desconocidas de Aralar y las vistas merecen la pena: valle de Araitz, Malloak con Balerdi enfrente, Pagota, Urkieta, valle del Araxes, ... y al otro lado, Hernio, Gazume, Murumendi, valle del Oria, Aitzgorri, ...
Desandamos el camino hasta Urdilleko Lepoa y cruzamos la valla hacia un feo bosque de pinos en dirección Amezketa. A los pocos metros, una señal nos indica que el GR121 y el PR-Gi 112 dividen sus caminos y cogemos este último que desciende por el bosque a la derecha.
Un nuevo bosque de hayas trasmochas a los pies de Balerdi y Artubi nos reconcilia con el paisaje primigenio.
Atravesamos una nueva langa y por una pista más ancha descenderemos hasta Bedaio.
Bosque de hayas trasmochas |
Este barrio de Tolosa es uno de los ejemplos más claros de latifundismo en Gipuzkoa y fue propiedad de Juan Martínez de Berástegui y sus sucesores hasta que en el siglo XIX, los hijos del marqués de Legarda dividen la propiedad en dos partes y la venden . Ya en el siglo XX, comienza la venta de gran parte de los caseríos y terrenos a sus moradores, aunque aún quedan algunos en manos de sus antiguos propietarios.
Abaetxe e Iglesia de Bedaio |
Es la hora de reponer fuerzas en el Heeriko Jatetxe, de nombre Abaetxe y que ocupa la casa que fue rectoral o del abad como su nombre indica, posteriormente casa de verano de una de las últimas familias propietarias de los terrenos y caseríos de Bedaio. Para finalizar bajamos por la carretera hasta el punto donde hemos dejado nuestro vehículo. Sin contar las paradas, la vuelta se completa en unas dos horas y media.
muy buen reportaje
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