Parafraseando el título de la novela de Rodrigo Muñoz Avia, "Psiquiatras, Psicólogos y otros enfermos", de la que ya escribí en una entrada anterior, Animales de Compañía, me referiré ahora a una de la últimas películas que he visto gracias a la admirable iniciativa de nuestro Ayuntamiento de continuar con la exitosa idea de los abonos de cine a precios muy reducidos.
Hablo de "Un método peligroso" de David Cronenberg, que nos sitúa en las ciudades de Viena y Zurich a principios del siglo XX.
Basada en la homónima novela de John Kerr, también llevada al teatro antes que al cine, narra las turbulentas relaciones entre un trío de pensadores imprescindibles en la Historia del Psicoanálisis y del estudio de las enfermedades mentales: Sigmund Freud, Carl Gustav Jung y Sabina Spielrein.
El actor fetiche de Cronenberg, Vigo Mortensen interpreta y humaniza en esta ocasión al más conocido de ellos, Sigmund Freud (1856-1939), que impregnaría con su pensamiento gran parte de la psicología del siglo XX.
A Freud hay que reconocerle al menos haber abierto una vía de discusión y por tanto de desarrollo de nuestro conocimiento acerca de las motivaciones más o menos conscientes que afectan a nuestro comportamiento.
Aunque muy discutido desde distintos puntos de vista, sobre todo en cuanto al pretendido carácter científico de su psicoanálisis, su obra es tremendamente persuasiva y atrayente en el sentido más primigenio de la palabra, seguramente por tratar de indagar en lo que él denomina nuestro inconsciente, el oscuro mundo de los sueños y su idea de la sexualidad como motor de nuestros actos.
En cuanto a Carl Gustav Jung (1875-1961), su obra tiene un carácter mucho más científico que la de Freud y la influencia de su Psicología Analítica o de los complejos ha extendido sus tentáculos más allá de la psicología a todos los campos de las artes y las letras.
Valga como ejemplo que en la portada del más psicodélico de los Lps de The Beatles, "Sgt.Pepper's Lonely Hearts Club Band", aparece retratado en la fila superior, el séptimo empezando por la izquierda, junto a Edgar Allan Poe.
Jung introdujo conceptos luego tan importantes en el posterior desarrollo de la psicología como complejo, introspección y extraversión, arquetipo o inconsciente colectivo.
Hay que alabar de Jung el esfuerzo que hace a lo largo de todo su trabajo por aplicar los métodos científicos al desarrollo de sus teorías acerca de la estructura y funciones de la psique humana.
La película aborda su relación con Freud, aunque centrada en la figura de Jung, indudablemente el personaje central sobre el que orbita todo el filme, el interés inicial que le suscita la obra de Freud y la coincidencia de los resultados de las investigaciones de ambos, aunque obtenidos por diferentes caminos: el pensador vienés a través del análisis de los sueños y el psiquiatra suizo mediante su innovador método del experimentación con la asociación de palabras.
La tercera en discordia, Sabina Spielrein (1885-1942), psiquiatra rusa de origen judío, se trata de la primera mujer que entró a formar parte de una asociación de psicoanalistas y colaboró con los dos anteriores. Murió asesinada por las SS de Hitler durante la campaña de Rusia en la Segunda Guerra Mundial.
La película comienza con la llegada de la joven Sabina al Hospital Psiquiátrico de Zurich donde ejerce el Doctor Jung, que la tratará de sus problemas. Una vez curada de sus dolencias pasará a colaborar con Jung, y se convertirán en amantes.
La cinta muestra con acierto el dilema moral que afecta al psicoanalista, convencido de haber transgredido la norma fundamental en cualquier relación médico-paciente. Sus problemas éticos le llevarán a abandonarla. Sabina, despechada, acudirá a Freud en busca de ayuda.
Para entonces el distanciamiento entre el profesor vienés y su pupilo suizo era un hecho, propiciado por las reticencias de Jung a aceptar la sexualidad como único origen de la represión, mecanismo de defensa del tipo de neurosis conocido como histeria.
Un cuarto personaje aparecerá brevemente en la película, el también psiquiatra y psicoanalista austriaco Otto Gross (1877-1920), paciente libertino y libertario, que será quien convenza a Jung para traspasar los límites de sus reticencias éticas en su relación con Sabina.
En definitiva, recomendable filme de Cronenberg, no tan diferente aunque lo parezca, de sus dos también buenísimas películas anteriores, "Una historia de violencia" (2005) y "Promesas del Este" (2007).
Comparte con ellas, amén de la belleza de sus fotogramas y su lenguaje narrativo, su amor por los personajes turbulentos, perturbadores y por temas como la violencia gratuita o el sexo.
Volviendo al inicio de mi reflexión, una vez más descubrimos que Jung, Freud o Spielrein son humanos, tan enfermos como sus pacientes y no más capaces de curarse a sí mismos que aquéllos a quienes loablemente ayudan.
Y de nuevo, nos reafirmamos en la angustiosa imposibilidad de desentrañar los misterios que encerramos cada uno de nosotros en nuestra compleja psique.
Küsnacht - Lago de Zurich (1920) |
El actor fetiche de Cronenberg, Vigo Mortensen interpreta y humaniza en esta ocasión al más conocido de ellos, Sigmund Freud (1856-1939), que impregnaría con su pensamiento gran parte de la psicología del siglo XX.
A Freud hay que reconocerle al menos haber abierto una vía de discusión y por tanto de desarrollo de nuestro conocimiento acerca de las motivaciones más o menos conscientes que afectan a nuestro comportamiento.
Aunque muy discutido desde distintos puntos de vista, sobre todo en cuanto al pretendido carácter científico de su psicoanálisis, su obra es tremendamente persuasiva y atrayente en el sentido más primigenio de la palabra, seguramente por tratar de indagar en lo que él denomina nuestro inconsciente, el oscuro mundo de los sueños y su idea de la sexualidad como motor de nuestros actos.
En cuanto a Carl Gustav Jung (1875-1961), su obra tiene un carácter mucho más científico que la de Freud y la influencia de su Psicología Analítica o de los complejos ha extendido sus tentáculos más allá de la psicología a todos los campos de las artes y las letras.
Valga como ejemplo que en la portada del más psicodélico de los Lps de The Beatles, "Sgt.Pepper's Lonely Hearts Club Band", aparece retratado en la fila superior, el séptimo empezando por la izquierda, junto a Edgar Allan Poe.
Jung introdujo conceptos luego tan importantes en el posterior desarrollo de la psicología como complejo, introspección y extraversión, arquetipo o inconsciente colectivo.
Hay que alabar de Jung el esfuerzo que hace a lo largo de todo su trabajo por aplicar los métodos científicos al desarrollo de sus teorías acerca de la estructura y funciones de la psique humana.
La película aborda su relación con Freud, aunque centrada en la figura de Jung, indudablemente el personaje central sobre el que orbita todo el filme, el interés inicial que le suscita la obra de Freud y la coincidencia de los resultados de las investigaciones de ambos, aunque obtenidos por diferentes caminos: el pensador vienés a través del análisis de los sueños y el psiquiatra suizo mediante su innovador método del experimentación con la asociación de palabras.
La tercera en discordia, Sabina Spielrein (1885-1942), psiquiatra rusa de origen judío, se trata de la primera mujer que entró a formar parte de una asociación de psicoanalistas y colaboró con los dos anteriores. Murió asesinada por las SS de Hitler durante la campaña de Rusia en la Segunda Guerra Mundial.
La película comienza con la llegada de la joven Sabina al Hospital Psiquiátrico de Zurich donde ejerce el Doctor Jung, que la tratará de sus problemas. Una vez curada de sus dolencias pasará a colaborar con Jung, y se convertirán en amantes.
Un método peligroso - Keira Kneightley (Sabina Spielrein) y Michael Fassbender (Carl Gustav Jung) |
Para entonces el distanciamiento entre el profesor vienés y su pupilo suizo era un hecho, propiciado por las reticencias de Jung a aceptar la sexualidad como único origen de la represión, mecanismo de defensa del tipo de neurosis conocido como histeria.
En definitiva, recomendable filme de Cronenberg, no tan diferente aunque lo parezca, de sus dos también buenísimas películas anteriores, "Una historia de violencia" (2005) y "Promesas del Este" (2007).
Comparte con ellas, amén de la belleza de sus fotogramas y su lenguaje narrativo, su amor por los personajes turbulentos, perturbadores y por temas como la violencia gratuita o el sexo.
Volviendo al inicio de mi reflexión, una vez más descubrimos que Jung, Freud o Spielrein son humanos, tan enfermos como sus pacientes y no más capaces de curarse a sí mismos que aquéllos a quienes loablemente ayudan.
Y de nuevo, nos reafirmamos en la angustiosa imposibilidad de desentrañar los misterios que encerramos cada uno de nosotros en nuestra compleja psique.
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