Uno de los montes más curiosos y menos visitados de Tolosaldea es
Mendikute. A la sombra de su vecino
Herniozabal es mucho menos frecuentado que éste.
Salimos del barrio tolosarra de San Esteban, detrás de la estación. De espaldas a ésta, en la explanada que ahora sirve de parking, cogemos la carretera que asciende hacia los caseríos que pueblan esta parte de la falda de
Montezkue. Podemos seguir la carretera o ir cortando por los atajos que evitan las curvas (más corto pero más duro). A los 20' hemos alcanzado el caserío
Martin Txiki y empieza una zona más suave, donde podemos ver los primeros puestos de caza, que abundan en toda esta zona. A la izquierda dejamos la vega de Tolosa y a la derecha una vista de Hernialde con la fea cantera de Buruntza en Andoain, detrás.
En el punto en el que acaba la loma, un cruce; si siguiéramos de frente, hacia arriba, cogeríamos el camino de Hernio. Hoy no tengo el cuerpo para grandes esfuerzos y decido ir por el de la izquierda hacia Urkizu, por la ladera. El paseo es muy llevadero por esta zona. Una imagen de los restos de la ermita de San Cipriano, datada en el siglo XVII y de la que no queda casi nada en pie.
Pasamos la fuente y aproximadamente 1 hora después de que saliéramos de San Esteban, llegamos al barrio tolosarra de Urkizu. De los tres barrios rurales de Tolosa (Bedaio y Aldaba son los otros 2), es el que más altura tiene (522 m.) A la izquierda al fondo, Txindoki.
Aunque el camino más sencillo sería seguir por la carretera asfaltada, no me gusta subir y bajar por el mismo sitio, y lo dejaré para la bajada. Tomamos la pista empedrada que sale a la izquierda de la fuente de Urkizu ( año 1691), con un curioso refugio a su derecha, que en su día haría las veces de lugar de oración para un responso en el camino, a tenor de la cruz que corona su arco.
Este es el camino tradicional de subida a Hernio desde Urkizu. Seguimos la pista, a ratos cementada, a ratos asfaltada y después de pasar un depósito de agua, llegamos a un cruce con la carretera asfaltada que sube hacia el repetidor de Olamuño. Seguimos por ésta hasta llegar a un collado con un triple cruce (1h20') donde tenemos a la derecha la carretera que en pocos metros acaba en el repetidor. A la izquierda vemos ya la cumbre de Mendikute, nuestro objetivo. De frente seguiríamos hacia Herniozabal.
Sin perderla de vista, pasamos la langa de la izquierda y descendemos ligeramente a la vaguada donde vemos unas feas bordas de cemento. Cuando alcancemos el camino que va por la vaguada, cogeremos hacia la izquierda, hasta encontrar una nueva langa. Pasamos ésta en lugar de seguir por el camino que gira a la izquierda y unos metros más adelante a la derecha intuimos la una senda que asciende hacia Mendikute. Ésta se va anchando y se convierte en restos de la bonita calzada empedrada que facilitaba la subida de pertrechos al castillo
Cuando acaba lo que queda de calzada, giramos a la izquierda en un pequeño pastizal y seguimos por una senda no muy marcada. Atravesamos por dos veces una valla de piedra hasta un prado más amplio. Allí cogemos a la izquierda y entre las piedras alcanzamos la cumbre (2 h). La pequeña fortaleza de Mendikute tiene dos planos. Desde el inferior, vemos restos de la parte superior que aprovecha la cumbre del monte.
En la cima (803 m.) estamos dentro del recinto fortaleza. Esta construcción es de origen medieval (siglo XII), anterior a la anexión de Gipuzkoa a Castilla y parece ser que tuvo importancia en los años posteriores por su carácter fronterizo al dejar Gipuzkoa la tutela del rey navarro y pasar a la del castellano. Se abandonó en el siglo XIV, pero se utilizó durante las Guerras Carlistas e incluso en la Guerra Civil se cavaron algunas trincheras.
Hacia el noreste, dominamos todo el valle del Oria hasta el mar.
Por el sureste, el camino de Azpeitia, con Bidegoian
De frente, el macizo de Herniozabal
Al este, Aralar
Volvemos por el camino de subida hasta la última langa que atravesamos. En esta ocasión, una vez que la pasamos nos dirigimos a la derecha hacia el caserío Intxurbia. Por una pista de cemento, llegamos hasta la carretera que desde Urkizu da acceso a todos los caseríos de la zona (2h.30'). Si en alguna ocasión queremos hacer la ruta en el sentido inverso, nos tenemos que fijar en este cruce. Un cartel nos indica la salida de la pista de cemento hacia el caserío Intxurbia. Todos estos caseríos pertenecen al témino municipal de Albiztur. Seguimos la carretera hacia la izquierda hasta llegar a Urkizu (2h.30'). Tomamos el camino que utilizamos en la subida, pero esta vez a 200 m. en el punto que un cartel nos indica San Esteban 4,2 Km., nos desviamos a la derecha para bajar por la vaguada por una senda en zig-zag. Llegamos a la fuente de Dama iturri (2h.55'), hasta hace bien poco un bonito paraje entre árboles con unos bancos y mesas de madera, destrozado ahora por una reciente tala. Aquí acababa o empezaba en este sentido, el camino hasta el monumento a Lizardi. En los bordes, postes de madera con algunos versos del poeta.
Uno de los más conocidos, que cantaría luego Benito Lertxundi.
Oi, lur! Oi lur! Oi ene lur nerea! Oi, goiz eme, parre gogoz ernea!
(¡Oh tierra, oh tierra, mi tierra mía! ¡Oh, blanda mañana que despierta sonriente!)
José María de Aguirre, "Xabier Lizardi" (Zarautz 1896-Tolosa 1933), se trasladó a vivir a Tolosa a los 10 años. Al acabar el bachillerato había olvidado el euskera casi por completo. Estudió Derecho en Madrid y es en esos años cuando adquiere conciencia de la importancia de conservar un patrimonio cultural como la propia lengua. Comienza a estudiarla llegando a dominarla de tal forma que la convierte en un instrumento excepcional para la expresión poética y literaria. Está considerado como el principal poeta impresionista en lengua vasca.
Desde el monumento a Lizardi, bajamos a San Esteban, siguiendo las marcas blancas y amarillas del PR-Gi 114. Han pasado casi 4 horas desde la salida cuando llegamos al barrio de San Esteban.
buena excursión..dan ganas de hacerla y después tapiñar unas alubias con piparras...feliz año a la cuadrilla tolosarra
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