Ayer sábado volvimos a juntarnos en Castejón la cuadrilla de Tafalla con la de Tolosa para disfrutar de una nueva capea, en la finca de José Luis Pascual. Hierro y divisa de la ganadería.
A diferencia del año pasado y a pesar de las previsiones meteorológicas, que no eran muy halagüeñas, el tiempo nos dio una tregua y el día fue espléndido, un típico día de calor de la Ribera. Aunque los de Tolosa llegamos un poco tarde, nos guardaron almuerzo y comenzamos con una buena ración de exquisitas salchichas, txistorra y panceta. Una vez saciada el hambre, las primeras vaquillas. El palco de la plaza, a rebosar. En el ruedo, mayoría de tafallicas.
Morenito de San Martín se animó con algunos pases de capote. En la foto, iniciando una verónica al primer astado.
Las chicas también se lanzaron con el capote y torearon al alimón. En la foto, Esther y Dolores. Por la tarde también les acompañaría Karmele. A la derecha, el más joven de la terna, Javier, al quite.
Los chavales y no tan chavales disfrutaron con los recortes, donde pudimos ver toda la variedad de la suerte del toreo a cuerpo limpio: saltos, quiebros y cortes.
Antes de comer y en un amplio y "confortable" remolque tirado por un tractor, dimos un paseo por el campo para ver los toros de la ganadería.
Una imagen más cercana de uno de los toritos con el característico flequillo del encaste navarro.
Tras el largo paseo, el hambre apretaba y nada mejor para combatir el calor reinante que unas patatas a la riojana y carne guisada. Para sudar un poco, guindillas riojanas, que no de Ibarra.
Después de comer, corrida con picadores. El avezado picador Paco con su caballo de raza hispano-bretona, ambos bien tiesos, esperando el comienzo de la suerte de varas, concentrados en la faena, para citar al toro de lejos como mandan los cánones. Iñaki y Cecicilio todo el día en la arena, ejerciendo de jefes de lidia. Las jovenes espectadoras sin perder detalle del momento y Javier disfrutando del día.
Y el incidente de la tarde, revolcón de la vaca a Juan, que besó el albero. Aún se recuperó y siguió por el ruedo. Hoy lo notará en el cuerpo.
Gran expectación en la plaza ante el toreo de las quintas de Maribel Atienza. Maridos e hijos al quite, por si acaso.
En definitiva, gran día. Sin darnos cuenta, teníamos a la conductora del autobús nerviosa porque se nos acababa el cupo horario. Una vez más un ejemplo de la relatividad del tiempo. Cuanto mayor es la velocidad del acontecimiento, más "corto" es el tiempo transcurrido. ¡Vaya!, que el día se nos pasó volando. Repetiremos.
María Pilar de Acedo y Sarriá nació en Tolosa el 10 de marzo de 1784 en el Palacio de Atodo , uno de los edificios medievales de la villa que aún se conservan, aunque su interior desgraciadamente ya no tenga nada que ver con el que viera nacer a la Condesa de Echauz . Hija de Don José de Acedo y Atodo, Conde de Echauz y María Luisa de Sarriá y Villafañe , Condesa del Vado . Su padre será el primer mayordomo de la importante Casa de Misericordia de Tolosa, según escritura otorgada el 31 de enero de 1781 . La familia Acedo proviene de la población navarra del mismo nombre, mientras que los Atodo están enraizados en Tolosa siglos atrás y emparentados con todas las familias de abolengo de la villa, como los Zavala . Su abuela es Joaquina María de Atodo y Zavala (1728-1793) . A los 7 años se trasladarán a vivir a Vitoria , y a los 16 se casará con Don Ortuño María de Aguirre Zuazo y del Corral , Marqués de Montehermoso . Al año siguiente, en 1801, nacerá su única hija, Ama
Efectivamente, buen día el que pasamos y buena foto del revolcón...
ResponderEliminarTenemos otras imágenes de la "corná".
ResponderEliminarSi podemos, las pondremos en el blog.
Un saludo de los monreales.